¿Qué es la obra negra en la construcción?

La obra negra es una de las primeras etapas del proceso constructivo de un edificio, casa o infraestructura. Se refiere al conjunto de trabajos que conforman la estructura básica de una construcción, es decir, todo lo necesario para que la edificación se mantenga en pie, pero sin acabados ni instalaciones definitivas.

¿Qué incluye la obra negra?

Aunque puede variar ligeramente según el tipo de proyecto, en general la obra negra abarca:

• Movimientos de tierra y cimentación: excavaciones, rellenos, zapatas, losas, pilas, entre otros elementos estructurales que dan soporte al inmueble.

• Estructura y muros: levantamiento de muros con block, tabique o concreto; construcción de columnas, trabes y losas.

• Losas y techos: armado y colado de losas macizas o aligeradas, instalación de techumbres estructurales.

• Escaleras estructurales: construcción de escaleras sin acabados.

No se consideran parte de la obra negra:

• Acabados como pintura, recubrimientos, pisos cerámicos, yeso, etc.

• Instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias (aunque en algunos casos se consideran parcialmente en obra gris).

Características de la obra negra

• Resistencia y funcionalidad: Su objetivo principal es dar forma y soporte a la edificación.

• Materiales pesados: Se utilizan principalmente concreto, acero, block, tabique, grava y arena.

• Etapa crítica: De esta fase depende la estabilidad y seguridad de la construcción.

¿Por qué es importante?

La obra negra es la base sobre la cual se construyen las siguientes etapas del proyecto. Una buena ejecución en esta fase garantiza que la edificación será segura, duradera y apta para recibir instalaciones y acabados sin complicaciones.

Además, representa una parte considerable del costo total de una obra, por lo que su correcta planificación y supervisión son clave para evitar sobrecostos o errores estructurales.